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Ponencia Dra. Kristen Vogeler – «Pensamientos sobre la relación entre la ciencia y las costumbres» (Español)
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Ponencia Dra. Kristen Vogeler – “Thoughts on the relation between science and customs” (Inglés)
Algunas reflexiones sobre la diferencia entre ciencia y costumbre
Kirsten Vogeler
En la costumbre, la gente trabaja e innova por su propio bien y él de sus amigos y parientes. Si quisiéramos llamar ciencia los conocimientos consuetudinarios que permiten a la gente mejorar sus condiciones de existencia por sí misma, deberíamos llamar esta ciencia ciencia por la gente. En este sentido, los saberes ancestrales de los campesinos que crearon y empezaron a cultivar el maíz hace
miles de años son ciencia por la gente.
En cambio, la ciencia de las empresas graneras que, hace cincuenta años, empezaron a vender variedades híbridas y ahora venden variedades transgénicas de maíz pretende ser una ciencia para la gente en la que los cultivadores no tienen nada que hacer ni que decidir. La llamada ciencia genética se les impone so pretexto que los rendimientos del maíz genéticamente manipulado son
mayores, y que esto es un bien para ellos.
Les daré un ejemplo actual de creación de costumbres que, si fueran ciencia, merecerían llamarse ciencia por la gente. Cuando yo vivía en una comunidad de estudiantes – jóvenes y ‘jovenas’ – hacíamos muchos experimentos con recetas de preparación de las verduras que practicaban nuestras abuelas. Ellas tenían por ejemplo recetas para preparar las papas reales – Jerusalem artichokes en inglés – que nuestras madres ignoraban porqué este tipo de verdura se dejó de cultivar después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hace unos diez años, campesinos orgánicos empezaron a cultivarla otra vez. Al mismo tiempo, mucha gente de ciudad empezó a
formar cooperativas con éstos campesinos. En muchos casos, los campesinos invitaban a la gente urbana que era parte de estas cooperativas a venir una vez a la semana o cada quincena a trabajar con ellos en el rancho. A mi, me tocó por ejemplo ayudar a hacer un hoyo en el suelo para preparar una cava donde guardar algunos productos durante el invierno. Un amigo mexicano al que le conté
de nuestras cooperativas dijo que le hacían pensar en las asociaciones entre habitantes de los calpullis – barrios urbanos – y las chinampas – barrios rurales – de la ciudad de México- Tenochtitlán, donde cada familia era a la vez parte de un barrio urbano y de un barrio rural.
Estas asociaciones y otras actividades asociativas se están volviendo muy populares en las grandes ciudades de Alemania. Las están promoviendo tres grupos de gente que hasta ahora no se conocían mutuamente:
1\ «jóvenas» y jóvenes, entre ellas y ellos muchos estudiantes
2\ personas desocupadas
3\ inmigrantes de Turquía, Siria, Europa oriental, etc.
Permítanme darles un ejemplo. Se trata de un extraordinario lugar en él que se puede observar la cooperación de estos tres grupos, una cooperación frecuentemente acompañada por grandes conflictos. En Alemania, particularmente en Berlín, existe una forma tolerada de asociación cívica que llamamos Allmende Kontor. En alemán, la palabra Allmende designa los comunales, los «ámbitos de comunidad». Y Kontor es un término del siglo 16 que denota una especie de mercado transnacional, pero también una ciudad dotada de sus propias leyes dentro de una ciudad. En el caso del Allmende Kontor de Berlin, Kontor significa lugar para el trueque.
Ahora, debo explicarles en más detalles lo que es el Allmende Kontor de Berín. En ésta ahora capital de Alemania, hay un aeropuerto desafectado conocido como el «Tempelhofer Feld». «Feld» significa campo y éste «campo» es efectivamente un lugar donde se puede cultivar verduras y otras plantas. El aeropuerto había sido construido sobre el sitio de un monasterio medieval cuyos monjes autorizaban a los campesinos aledaños a cultivar y cosechar en ciertos de sus terrenos, en particular los que fueron cubiertos por el aeropuerto. Este aeropuerto fue cerrado en 2004 a consecuencia de la reunificación de Alemania en 1989.
La municipalidad de Berlín entabló inmediatamente negociaciones con posibles inversionistas esperando sacar una ganancia jugosa de la venta del ex aeropuerto. Pero un grupo de gente de diferentes orígenes actuó más rápidamente que el gobierno. Esta gente simplemente tumbó parte de la barricada que el gobierno había mandado construir alrededor del terreno y lo invadió. Acto
seguido, improvisó casi espontáneamente una magnífica fiesta. Durante ésta fiesta, se empezaron a recoger firmas de soporte a una iniciativa popular pidiendo no devolver los terrenos de lo que había sido un aeropuerto a los juegos capitalistas. Mientras tanto, ciudadanos respetables, muchos de ellos mayores y con experiencia política, empezaron a cabildear en las administraciones municipales y en los partidos para buscar apoyos para la iniciativa.
Ésta lucha se ganó: la iniciativa pasó. Esto significa que el gobierno tuvo que comprometerse a nunca vender los terrenos y a no autorizar ninguna construcción sobre ellos. Es así como el Allmende Kontor de Berlín,. a raíz de una fiesta en la que se empezaron a recoger firmas se transformó en un espacio communitario para el cultivo y para muchas otras actividades más. Lo que se ganó fue el derecho popular de usar el ex aeropuerto para actividades que no deberán afectar el suelo, en su mayor parte cubierto por pasto.
Ahora, quiero hablarles de las actividades de los usuarios del nuevo espacio comunitario a casi quince años del inicio de la lucha. El Allmende Kontor de Berlín esta regido por una mezcla de normas implícitas, jamás escritas y de un pequeño número de reglas escritas. Ésta mezcla de normas consuetudinarias y de reglas escritas – de «costumbre» y de «ley» – mantiene la mayor libertad posible en el uso de la tierra. El resultado es una extraordinaria diversidad, una magnifica riqueza de actividades – lo que no va sin conflictos.
Hablemos primero de la belleza del lugar. Esta belleza tiene que ver con la emergencia de costumbres comunes entre gente de muy diversos orígenes geográficos, étnico, biográficos, gente joven y gente grande. Traten de imaginarse une ciudad de la dimensión de Puebla, con sus diversos edificios altos y bajos, sus autopistas urbanas, sus gigantescos estacionamientos y su constante ruido… Y, casi en medio de este caótico «orden urbano», un espacio abierto que se extiende tan lejos como lo permite la mirada, como un mar verde. Algunos jóvenes y «jovenas» están practicando el «wind-surfing» sobre patinetas. Otros andan en bicicletas sobre lo que fueron las pistas. Hay lugares donde algunos apasionados de la bici organizan talleres de reparación de bicicletas. Muchas personas practican la jardinería en cajas de madera hechas con tablas recuperadas de los basureros. También se encuentran ahí mujeres apicultoras cuidando sus abejas y explicando a los interesados como establecer una rucha. No muy lejos de ahí, Claudia y Peter, una pareja ya madura, se ocupa de reciclar basura orgánica y enseña varias maneras de hacer una composta, algunas viejas y otras nuevas.
Lo que también pueden encontrar sobre el Tempelhof Feld es gente que se reúne para discutir de los temas más sorprendentes. Por ejemplo, a veces me topo con gente envuelta en discusiones sobre aspectos de la física y de las matemáticas que ya no se enseñan en las universidades. Un día, encontré ahí dos hombres que explicaban a los interesados que el cuerpo teórico de la física había sufrido una profunda ruptura, una verdadera amputación. Esta amputación ocurrió entre 1880 y 1940, y fue curiosamente simultánea con le eclosión de ideas nuevas que no son enseñadas ni reconocidas por las universidades. Estos dos hombres y los que reflexionábamos con ellos estaban presentando tres aspectos de ésta amputación:
1\ Un fenómeno a veces llamado la «formalización de la matemática» que se manifestó desde el principio del siglo 20.
2\ El hecho que las reflexiones del matemático alemán Richard von Mises sobre la incompletud de los axiomas de la teoría de las probabilidades fueron archivadas y casi olvidadas.
3\ La trivialización de la llamada «paradoja Einstein-Podolsky-Rosen» (o «EPR») de la mecánica cuántica, formulada en 1935 para invitar a los físicos a una reflexión en profundidad sobre el “contenido de realidad” de la física de los fenómenos microscópicos. Hoy, esta paradoja se explota como una mina de posibles inventos técnicos, uno de los cuales permitirá a hackers mediocres romper el código de cualquier cuenta bancaria, obligando a los bancos que quieren conservar su clientela a adquirir nuevos sistemas de seguridad hipercaros.
No encontrarán invitaciones a debates de este nivel en el currículum de ninguna universidad oficial. Hoy, los temas que estos dos hombres discutían en público han sido tirados al basurero de la física y de la matemática.
Ya que mi historia me hizo mencionarlo, quisiera explicar un poco lo que era está «paradoja Einstein-Podolsky-Rosen». La pregunta que quería plantear concernía la relación entre las teorías de la física y la realidad. Albert Einstein, Boris Podolsky and Nathan Rosen no podían aceptar una consecuencia que se puede deducir de la física cuántica, es decir la idea que si consideramos dos
objetos muy alejados, la realidad de uno pueda depender de medidas hechas sobre el otro. Ellos pensaban que «ninguna definición razonable de la realidad debe permitir que eso sea el caso» (Phys. Rev. [47], 780).
Por cierto, hay todavía gente que se interesa en ésta cuestión, pero, en la universidad en la que estudié, por ejemplo, se evitaba abordarla. El EPR se mencionaba sin entrar a su sustancia, sin tratar de digerir la pregunta que planteaban estos tres físicos. Con ello, nuestros profesores nos impedían ganar una visión profunda de los conceptos de la física cuántica. Supongo que la situación no es muy diferente en otras universidades. Recientemente, un físico llamado Jeremy Bernstein escribió que la física cuántica es un dispositivo que sirve para hacer ciertas predicciones, y nada más. No es de ninguna manara un intento de obtener una imagen de la realidad. En otras palabras, no preguntes, dedicate a calcular, lo importante no es entender, es que funcione.
Tratando de ser muy clara, voy a terminar con una ligera exageración. Estoy segura de que la ruptura de la que hablaban los dos hombres del Tempelhof Feld, la «amputación de la física» como decían, fue real. Antes, los físicos se interesaban en la relación entre sus teorías y la realidad. Después, la física dominante dejo de interesarse en ésta relación. Hoy, existe un malentendido sobre las abstracciones matemáticas. Ofrecen cada vez menos una visión de los aspectos profundos de la realidad y sirven cada vez más para callar las preguntas importantes. Me atrevo a decir que ésta amputación de la física de toda reflexión sobre la naturaleza de la realidad pudo abrir camino a la construcción de la bomba atómica. De misma manera, la fomalización de la matemática a principio del siglo desembocó en la construcción de computadores y, pronto, el «EPR» se reducirá a una herramienta conceptual para la construcción de computadores cuánticas.
Esas son algunas de las reflexiones que la bella diversidad comunitaria de las actividades no capitalistas y no académicas en el «Tempelhof Feld» de Berlín me inspiraron.
***
Some Thoughts on the Difference Between Science and Custom
Kirsten Vogeler
In custom, people work and innovate for their own good. For instance, when I was living in a community in Germany, we frequently experimented with recipes for preparing vegetables that our grandparents knew. Those old vegetables – like Jerusalem artichokes (sunroot, sunchoke) – had disappeared from the markets after World War 2. Some ten years ago, organic farmers started to
cultivate them again, and city people created cooperatives with those farmers. In many cases, the urban people who became members of those cooperatives were invited once a week to work on the farm. We went and helped for instance to dig a hole in the ground in order to build a deposit for winter.
When I told a friend about this he said that it reminded him of the relationship between the calpullis (urban districts) and the chinampas (rural parts) in the prehispanic city of Mexico – Tenochtitlan. This and similar activities are what three main groups of people are unfolding in German big cities just now. Those three groups are:
1\ young people, among them many students
2\ jobless people
3\ immigrants from Turkey, Syria, Eastern Europe etc.
Let me give you just one example of a particular place where you can find all three groups. In Germany, particularly in Berlin, we have what we call the Allmende Kontor. In German, Allmende means the commons, in Spanish los communales. And Kontor is a term from the late 16 th century that denotes a kind of international market place but also a city within a city which follows its own laws. Kontor in the case of the Allmende Kontor in Berlin is a place of bartering.
Now, I have to explain what the Allmende Kontor in Berlin is. In Berlin, there is an international airport that was closed as a consequence of the reunification of Germany in 1989. Today, the place is called «Tempelhofer Feld». It’s a place where you can grow plants and do many other things. It occupies the site of a medieval monastery whose monks allowed farmers to settle in their near
surrounding. This has inspired the social activists that struggled to maintain the «Tempelhofer Feld» open to non-capitalist, communal activities.
As soon Germany was re-unified, the municipality of Berlin started negotiating the sale of the former airport with investors. But a spontaneously formed group of different people acted quicker than the government. They simply destroyed part of the fence surrounding the land and invaded it. A big feast took place, spontaneously. During that feast, signatures were collected in support of a
popular initiative. In the mean time, respectable and often old citizens, many of them with experience in political action started lobbying with all kinds of administrations and political parties to pave the way for that initiative. The initiative won. It means that the municipal government promised not to sell the land and not to allow any building to be constructed on it. The Allmende Kontor (that not only became became a communal gardening place, but a immense piece of land open to a huge variety of non capitalist activities) emerged from the feast, the collection of signatures and the negotiations of citizens in support of the initiative. What was gained was the
right to use part of the former airport for activities that would not affect the ground, which is mainly covered by grass.
I want now to speak about the non capitalist activities on the Allmende Kontor. What makes them possible is a mixture of unspoken rules and a minimum of written norms. Those rules and norms have the goal to maintain the greatest possible liberty in the use of the land. The outcome of this is a beautiful richness of activities (which does not go without conflicts).
Let’s first speak about the beauty of the place. This beauty has to do with the emergence of common customs among people of very different geographic, ethnic, biographic origins and of age and experience. Imagine a city of the size of Puebla with high-rise buildings, urban highways, a lot of noise … And nearly in the middle of it: an open space that extends as far as your gaze can reach, like a sea of grass. Some young «commoners» are wind-surfing on skateboards. Others are biking on the remaining runways. Still others organize places for bike-repairing, where they teach people how to fix their own bike. Some people are gardening in wooden boxes built of scavenged objects. You can also meet beekeeping women attending their beehives and explaining to everyone interested how to do it. Not far from the beehive, a middle aged couple, Claudia and Peter, take care of one of the composting sites of the Allmende Kontor. They are using and teaching several composting techniques, some old and some new.
What you also can find there are people lingering together and discussing the strangest issues. I once met there people discussing aspects of physics and mathematics which are no longer tackled by university curricula. For instance, I met two men discussing a profound disruption – literally an amputation – in the body of physics. This amputation, as they explained, occurred between 1880
and 1940, nearly simultaneously with a very rich blossoming of new, non standard ideas that are not taught at universities. These two men and the people that gathered around them were discussing three instances of this amputation:
1\ A phenomenon sometimes called the «formalization of mathematics» manifested itself in the beginning of the 20 th century.
2\ The reflections of the German mathematician Richard von Mises over the incompleteness of the axioms of probability theory were shelved.
3\ The so-called Einstein-Podolsky-Rosen paradox of Quantum Mechanics, formulated in 1935 to invite physicists to an in-depth discussion of the reality content of the physics of microscopic phenomena is not discussed anymore. Today, it has become a goldmine for technical inventions, some of them allowing even not very gifted hackers to break the code of any bank account.
You will not find invitations to such debates in the curriculum of any mainstream university.
Today, these topics belong to the dispelled parts of physics and mathematics, which only few people
take serious as inner-scientific subjects.
I just want to hint at what the Einstein-Podolsky-Rosen paradox was about. The main question asked by these physicists concerned the relation between physical theories and reality. Albert Einstein, Boris Podolsky and Nathan Rosen could not accept a consequence one can draw from quantum physics, namely the idea that the reality of something which is very far away from another thing might depend on the process of measurement carried out on one of the two. They claim that «no reasonable definition of reality could be expected to permit this» (Phys. Rev. [47], 780).
There are still many people interested in this question, but at the university where I was studying, they were discarded. EPR was mentioned, but when it comes to walkthrough, to digest the question raised by those three physicists, our teachers wiped away all attempts to gain an in-depth understanding of the concepts of quantum physics. I suppose that the situation is not better elsewhere. Very recently, for example, the physicist Jeremy Bernstein wrote that quantum physics is only a mathematical device for making predictions and not a picture of reality. In other words: don’t ask questions, calculate, the main thing is that it works.
Let me exaggerate this in order to make my point clear: I am sure that there was a rupture in physics. Before that break, physicists had been interested in the relationship between their theories and reality. Since then, mainstream physics progressively ceased to be interested in this relation. Mathematical abstractions are often misunderstood today. Increasingly frequently, they do not offer
a vision into deep aspects of reality, but serve as a means to obscure the substantial questions. I dare to claim that this disembedding of physics from reflections on the nature of reality paved the way to the construction of the atomic bomb. Just as the formalization in mathematics in the early 20 th century paved the way to the construction of computers and EPR today will be reduced to a conceptual tool for the construction of quantum computers.
These are some of the reflections that the beautiful diversity of the communal, non capitalist and non academic activities of the «Tempelhof Feld» instilled in me.