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Epigenética, la ciencia que conecta
Anna Zeligowski y Eva Jablonka
Nosotras, Anna Zeligowski, médica y artista, Eva Jablonka, científica y filósofa, discutiremos algunos aspectos de la epigenética, una ciencia que conecta la cultura, la sociedad, la salud y la enfermedad, el desarrollo y la herencia y ofrece una visión más integral de nuestro mundo.
Lo que estudiamos y cómo lo estudiamos son dos esfuerzos relacionados. Para comprender el mundo necesitamos usar nuestras habilidades analíticas, nuestras habilidades estéticas y nuestro conocimiento práctico. Podemos comprender el mundo gracias a las actividades colectivas de muchas mujeres y hombres, aprendiendo juntos. El conocimiento que se genera a través de la ciencia y el arte no es posesión de una persona o compañía, debería pertencernos a todos y ser un puente entre la gente, permitiéndonos explorar nuevas formas de hacer del mundo un mejor lugar.
¿Cómo podemos explicar las diferencias que observamos entre la gente, animales y plantas?
¿Cuál es la diferencia que causa las diferencias?
Las diferencias genéticas tienen consecuencias importantes para el desarrollo. Algunas de las diferencias entre estos bebés son el resultado de diferencias genéticas entre ellos.
¡Pero no todas las diferencias que observamos son el resultado de diferencias genéticas!
El ambiente que experimenta el individuo (en este caso la cantidad de luz que recibe una planta) es un factor importante. Estas hojas son genéticamente idénticas.
Pero esta no es toda la historia.
Estas dos niñas son genéticamente idénticas, al igual que los dos ratones de la foto de al lado. Sin embargo, son claramente diferentes, ¿por qué?
Las dos niñas son gemelas, pero ya eran diferentes cuando nacieron, así que debieron haber diferentes factores no genéticos contenidos en el óvulo, en el espermatozoide o en el ambiente uterino que ellas experimentaron. Quizás también sucedió algo durante su desarrollo temprano. No los abemos con precisión, pero sí sabemos que todos estos factores son importantes en el desarrollo de las niñas son importantes.
En el caso de los ratones, los cuales también son genéticamente idénticos, las diferencias son el resultado de la dieta de la madre: la madre del ratón gordo amarillo (el cuál está enfermo) tuvo una dieta baja en ácido fólico; la madre del ratón café, delgado (y saludable) tuvo una dieta normal.
“Las cinco madres”: factores en el desarrollo y la herencia
Somos lo que somos debido a varios factores específicos:
- Los genes que heredamos de nuestra madre y nuestro padre
- Las formas en la que esos genes tienden a expresarse (si son “encencdidos” o “apagados”; los cambios epigenéticos). Esto puede
- depender de la forma de vida de nuestros ancestros.
- El ambiente uterino (en el caso de los mamíferos)
- El cuidado post-natal temprano
- La cultura en la que vivimos, en la cual todo lo anterior se halla inmerso
Estos factores influencian no solo en lo que nos convertimos durante nuestras propias vidas, sino también en lo que se convierten nuestros hijos y nietos.
Estas “cinco madres” están presentes en las vidas de todos los seres vivos. En los humanos la “madre cultural” es muy poderosa. Incluso habilidades y experiencias básicas, que aveces damos por sentadas, necesitan ser entendida consideranso la cultura. Para nostros los seres humanos todo se halla embebido en la cultura, incluso nuestro sentido de la vista y a lo que prestamos atención o no.
Formas de ver: biología y cultura
La vista no es una actividad biológica que podamos entender solamente al nivel fisiológico. Para los seres humanos la vista es una actividad cultural y social. No todos vemos las mismas ocsas de la misma manera. Tenemos diferentes preferncia sy diferentes interpretaciones acerca de lo que vemos. Los nombres y matices que se dan a los colores no son los mismos en diferentes culturas y esto a su vez guía el acto de ver. Como seres humanos mejoramos o potenciamos el sentido de la vista no sólo mediante el uso de palabras y conceptos, sino a través de los instrumentos: podemos ver cosas que son uy pequeñas y cercanas o bien cosas que son muy grandes y distantes. Bacterias y estrellas. Como seres humanos creamos obras de arte visuales: pintamos nuestros cuerpos, dibujamos ilustraciones, hacemos esculturas, adornamos nuestras casas, cultivamos jardíns y cultivamos plantas no solo para obtener comida o darle sabor a lamisma, sino también por su belleza estética. Los que vemos y cómo lo vemos influencía como usamos otros sentidos: qué y cómo escuchamos, lo ques saboreamos y lo que olemos.
Otros animales, como los búhos, las aguilas, los gusanos, los ratones, los peces o los camarones perciben el mundo de una manera diferente a la nuestra y nostros tenemos mucho que parender de esas otras formas de percepción. Lo que como humanos vemos y cómo lo vemos son formas de conocer que invlucran habilidades y experiencias. Nuestro sentido de la vista es fisiológico-cultural.
La domesticación del chile
Cuando los humanos domesticaron el chile, seleccionaron plantas con cierto sabor y tamaño, olor e incluso por sus características visuales. Al hacerlo seleccionaron genes, pero también patrones epigenéticos que son heredables, aunque aún sabemos poco sobre ellos (pero los estamos estudiando). La domesticación del chile como todos los proceso de domesticación estuvo embebida en la cultura de la gente, en sus valores y prácticas, no solo en sus prácticas agrícolas, sino también en los hábitos familiares y sociales e incluso en las prácticas religiosas.
Las enfermedades tienen muchas dimensiones
Veamos una enfermedad: el cáncer de mama. ¿Cómo podemos estudiar esta enfermedad? ¿Cómo podemos ayudar a una mujer enferma? ¿Cómo podemos prevenir este tipo de enfermedades?
¿Cuáles son las causas de ésta enfermedad? Si volvemos a la idea de las 5 madres, reconoceremos que existen diferencias genéticas entre las personas. Algunas mujeres tienen una secuencia de ADN que las predispone a desarrollar cáncer de mama. Las mujeres con esos alelos tienen mayor probabilidad de desarrollar ese tipo de cáncer.
Pero el factor genético es sólo parte de la historia y muchas veces no es el más importante. Sabemos que el estrés. Puede cambiar la fisiología e incluso los niveles de actividad de los genes. Estos cambios en la expresión de los genes son cambios epigenéticos. Una mujer que padece estrés crónico – sea por razones psicológicas como resultado del abuso, porque padece hambre, porque está expuesta a toxinas, etc.- tendrá tanto una fisiología como un patrón de expresión de genes alterado. Su perfil epigenético cambiará y la predispondrá a desarrollar cáncer.
Pero esto es también solo una parte de la historia, porque no se trata solamente de lo que nos pasa como individuos en nuestras vidas, sino que también lo que le pasó a nuestras madres y padres e incluso a nuestros ancestros más distantes puede dejar una marca en nuestra herencia. La transmisión de los efectos de lo que experimentan nuestros ancestros es lo que llamamos herencia epigenética. Nos gustaría darles algunos ejemplos.
Linaria: los mismos genes, diferentes flores
Estas dos flores tienen el mismo ADN. Son como los gemelos idénticos que se desarrollan del mismo óvulo fertilizado. Sin embargo, estas plantas son distintas una de otra porque su ADN se expresa de manera diferente en cada una de ellas. En este caso no sabemos como surgió esta diferencia epigenética. Pero sí sabemos que la diferencia en la expresión de los genes es el resultado de diferencias en la metilación del ADN, es decir en cómo y donde pequeñas moléculas (llamadas grupos metilo por la química) se pegan al ADN. También sabemos que la diferencia en la metilación (una diferencia epigenética) que lleva a diferencias en la expresión de los genes, puede ser transmitida a la descendencia del organismo que la posee.
Replicación de los patrones de metilación del ADN
(este es apenas uno de los tipos de mecanismos epigenéticos, existen muchos)
Aquí se observa como de manera posterior a la replicación del ADN que ocurre durante la reproducción celular, parte de las cadenas de ADN carece de las marcas de metilación, sin embargo, estas marcas de metilación son añadidas posteriormente. De esta manera el ADN de las células descendientes posee el mismo patrón de metilación que el de la célula progenitora.
Estudios en animales
En mamíferos, las experiencias traumáticas o estresantes, como el hambre, la deficiencia en algún nutriente esencial, la crisis social, el choque mental fuerte y duradero, el abuso físico y emocional, la carencia de cuidado parental temprano, etc., pueden tener efectos de largo plazo, incluso transgeneracionales en la capacidad de aprendizaje y en la salud mental. Estos efectos están mediados por mecanismos epigenéticos moleculares.
La transmisión puede suceder a través de las células sexuales o a través de la re-construcción de las condiciones de desarrollo.
Transmisión de la conducta a través del tipo de cuidado materno
Algunas ratas lamen mucho a sus cachorros durante la alimentación, algunas ratas los lamen menos. Aquéllas que los lamen mucho tienen hijos curiosos, con comportamiento normal, mientras que aquéllas que los lamieron poco tienen progenie que asustadiza. Cuando crecen, las hijas de estas camadas de ratas reproducen la conducta de sus madres: aquéllas que fueron muy lamidas, lamen mucho a su descendencia, aquéllas que fueron poco lamidas, lamen poco a sus cachorros. Si los cachorros son intercambiados al nacer, adquieren la conducta de la madre que los cuida, no la de su madre genética.
La diferencia en la conducta está relacionada con cambios en la metilación del cerebro. Lo que es re-construído de generación en generación a través de la repetición del estilo o tipo de cuidado materno es el ambiente en el que los cachorros se desarrollan.
De otra forma, esto también pasa en los seres humanos
Existen indicadores de que el estrés ocasionado por la guerra puede tener efectos transgeneracionales en los seres humanos. Por ejemplo, los hijos de los sobrevivientes del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, han resultado más susceptibles a desarrollar síndrome de estrés postraumático, comparados con los grupos control. Un estudio encontró cambios en la metilación en una región del ADN que controla proteínas de sensibilidad al estrés, estos cambios aparecieron asociados al Síndrome de Estrés post-traumático de los padres y a la vulnerabilidad de los hijos de éstos al trauma.
En otro estudio se encontró que en hombres que habían sobrevivido al genocidio en Ruanda existe una correlación entre el nivel de metilación de esta misma región génica el desarrollo de síndrome estrés postraumático.
En algunos casos, hay transmisión a través de las células germinales por
varias generaciones
En un experimento, los cachorros de ratón que fueron expuestos a estrés de separación 3 horas al día durante las primeras dos semana de vida, desarrollaron un comportamiento diferente (“deprimidos”; se muestran en color azul en la ilustración). Los machos estresados transmitieron la “depresión” a sus hijos incluso si los hijos no sufrieron estas condiciones de estrés y esto se extiende incluso a los nietos de los ratones estresados. Los ratones no estresados (en verde) tuvieron hijos y nietos normales. Los efectos del estrés pueden ser heredados, tanto por los macho como por las hembras, a través de los óvulos y los espermatozoides.
Pero podemos revertir los efectos epigenéticos.
Si damos a los cachorros de ratón “azules” un ambiente enriquecido, interesante y m´s satisfactorio, el cambio en el comportamiento se revierte y tanto ellos como sus hijos se comportan como los ratones normales, pintados de verde en la ilustración. Así, un cambio en el ambiente puede revertir algunos de los efectos hereditables que fueron inducidos por un ambiente anterior. Necesitamos aprender más acerca de estos procesos para compensar los problemas pasados y así enriquecer positivamente nuestras vidas. Debemos hacerlo cambiando, juntos, a forma en la que vivimos, para así poder aprender y trabajar unidos.
Los seres humanos no somos ratones, pero podemos aprender de estos experimentos porque el estrés tiene efectos epigenéticos similares en las vidas humanas. Ya hemos mencionado los estudios que indican que las condiciones de miseria, la comida escaza y poco saludable, las toxinas y el estrés ocasionado por el trabajo en malas condiciones, así como la falta de tiempo para cuidar de la familia y amigos, nos debilita física y mentalmente y nos enferma. Las terribles condiciones en las viven millones de personas debido al capitalismo, condiciones que a través de mecanismos epigenéticos afectan sus mentes y cuerpos y las mentes y cuerpos de sus hijos y nietos, pueden y deben ser cambiadas. ¡La ciencia de la epigenética nos enseña que podemos cambiarlas y eso funciona! Mejores condiciones de vida pueden revertir los cambios epigenéticos y darnos a nosotros y nuestros descendientes mejores posibilidades de realizar una vida humana plena. La ciencia de la epigenética diagnostica el problema y a la vez ofrece una solución. ¿Pero cómo vamos a cambiar nuestras vidas y las de nuestros hijos?
Primero debemos concientizar a la gente sobre lo que está sucediendo, sobre cuáles son las consecuencias del capitalismo salvaje y la explotación. La gente de saber que las acciones políticas no solo cambian la realidad social, sino también la propia fisiología de la gente y sus descendientes. Podemos enseñarles, presentando lo que hemos aprendido desde la ciencia de la epigenética, mediante el uso de ejemplos de la vida real y usando todas las formas del arte. La ciencia y el arte no solamente nos dicen lo que nos está pasando y cómo cambiarlo, sino que son también parte de la solución. Ambas nos dan la alegría de entender y participar en el proceso de sanar, nos enseñan compasión y nos unen: nosotros los humanos necesitamos del conocimiento, de la belleza y de la compasión.
Debemos resistir en todas las formas pacíficas que estén a nuestro alcance (y hay muchas), resistir contra la destrucción del mundo social y ecológico que es el legado que podemos dar a las futuras generaciones. Debemos hacerlo resistiendo, ofreciendo alternativas, por ejemplo, compartiendo, también, conocimiento. Esta es nuestra responsabilidad y nuestra esperanza.
Es de ustedes, camaradas zapatistas, que podemos aprender como resistir y cómo construir. Es con ustedes que podemos participar en la lucha contra la injusticia y la inequidad , sanando las heridas sociales y evitando la destrucción ecológica. Debemos caminar este camino juntos.
Muchas gracias